JL: Usted, que es hoy internacionalmente
reconocido como un experto que ha acompañado prácticamente desde la primera hora el
trabajo de Paulo Freire, podría indicarnos cómo fueron los comienzos de la carrera de
Ud. y su encuentro con este educador.
CB: Apenas licenciado en Ciencias Sociales -por la entonces
Faculdade de Filosofia, Ciências e Letras, en 1958- ingresé en el "Curso de
Especialização" en Sociología, el M. Sc. de aquella época, bajo la dirección del
Prof. Florestan Fernandes, que ha ejercido un notable liderazgo en la creación y en el
desarrollo de los estudios sociológicos en nuestra provincia de São Paulo y en todo el
Brasil. En 1957, todavía siendo estudiante, empecé -en ayudantía- a trabajar en
investigaciones en un centro de investigaciones que existía entonces, el Centro Regional
de Pesquisas Educacionais Queiroz Filho (CRPEQF), ubicado precisamente aquí donde hoy
está nuestra Faculdade de Educação. El Queiroz Filho era uno de los cinco centros de
investigación creados por Anísio Teixeira -también él ejercía un destacado liderazgo
en Brasil- para que, con el desarrollo de los estudios pedagógicos, se pudiera tener
mejores planes y mejor administración para los sistemas de enseñanza en el país. Este
trabajo para mí fue muy importante para que pudiese orientarme hacia la educación
pública y hacia la educación popular.
En 1958, con 23 años, tuve mi primera
experiencia como director de escuela de enseñanza media en la periferia de São Paulo.
Una experiencia importante: curso nocturno, en un momento en que comenzaba la expansión
de la enseñanza media que, entonces empezaba a acoger jóvenes de la clase obrera. Luego,
he trabajado en un órgano de planeamiento educacional del gobierno de la Provincia, como
responsable de un ambicioso programa de construcciones escolares para la enseñanza
pre-universitaria.
En 1963, por invitación de Florestan
Fernandes, volví a la Universidad, al CRPEQF -donde ya desde el año anterior funcionaba
además lo que vendría a ser después nuestra Facultad de Educación- en investigaciones
y dando clases para becarios de América Latina y de las demés provincias de Brasil. En
1966 empecé a trabajar en el entonces Departamento de Educación de la Facultad de
Filosofía. En 1963 pasé a interesarme por la educación de adultos analfabetos, a raíz
de una circunstancia concreta: yo dirigía un curso de formación de investigadores en
Sociología. Algunas de mis alumnas quisieron realizar sus investigaciones, acompañando
los trabajos de alfabetización realizados por la UEE -União Estadual de Estudantes- en
un barrio obrero. Como director de las investigaciones, yo me dediqué a estudiar
sistematicamente la educación de adultos. Ahora bien, los de UEE empleaban el método
Paulo Freire que, por aquel entonces, empezaba a ser conocido en Brasil.
JL: ¿Cómo era el Brasil en la época del surgimiento de Paulo
Freire?
CB: Paulo Freire es producto de una época muy peculiar en
Brasil. Una época en la cual viviamos intensamente una contradicción de un país poco
capitalizado, pobre, pero que por fuerza de una política que nosotros llamamos
"populista" venía extendiendo derechos -en educación, salud, energía etc.- a
sectores más y más amplios de la sociedad.
Las reivindicaciones crecían y los partidos
de izquierda -con una presencia muy fuerte después de la guerra mundial- se volvieron
piezas indispensables en el juego político de aquellos tiempos: entre 1961 y los primeros
meses de 1964 (en 31 de marzo de 1964 los militares toman el poder...) hubo grandes
tensiones políticas, marcadas por la intensificación de las reivindicaciones populares,
por la manipulación de esas reivindicaciones con el objetivo de conquista del poder
político y, sobre todo, bajo un cuadro internacional en que Brasil era una pieza muy
importante en la guerra fría, pues toda la gran región del nordeste -muy pobre y con
inmensas masas miserables- era vista, internacional y también nacionalmente, como una
segunda Cuba. La revolución cubana en 59 y, enseguida, su comprometimiento con el mundo
comunista, fue un factor muy significativo para la radicalización política -interna y
externa- en Brasil. No es casualidad que Estados Unidos se haya empeñado en la
"revolución" brasileña del 64. Brasil estaba en aquella época en el centro
mismo de las atenciones internacionales de la guerra fría.
JL: ¿Y desde el punto de vista intelectual, cuál ha sido el
recorrido hasta llegar al método Paulo Freire?
CB: Es en los marcos de esta situación -radicalización de
reivindicaciones, lucha por la construcción de un país moderno y desarrollado, lucha
política- en los que se puede contextuar el surgimiento de Paulo Freire. Desde el punto
de vista intelectual, una pieza fundamental de esa lucha política fue la Iglesia. La
Iglesia, desde los años 40, organizaba su laicado, la Iglesia competía duramente -con
las izquierdas y sobre todo con la izquierda marxista- por el influjo junto a las masas
populares. Era la Acción Católica y las organizaciones especializadas: la Juventud
Universitaria Católica, la Juventud Operaria Católica etc.: las JEC, JIC, JOC, JUC...
En el nordeste, lugar de miseria y tensiones
sociales explosivas, la acción de la jerarquía y del laicado es muy significativa. Paulo
Freire es un intelectual que se forma en este medio: ya cuando estudiante de la Facultad
de Derecho de Recife (la principal capital del nordeste, en la provincia de Pernambuco),
Paulo se mete en las luchas estudiantiles. En 1947, él empieza a trabajar en el SESI, el
Servicio Social de la federación de las industrias, da clases de Filosofía de la
Educación en la Facultad de Servicio Social de Recife, una escuela de militantes
católicas, luego en la Escuela de Bellas Artes de Pernambuco (hoy en la Universidad
pública de Pernambuco). En 1958, Paulo escribe una tesis para una oposición en esa
escuela: un libro muy significativo -Educação e atualidade brasileira-, pues trae
ya en germen todas las orientaciones fundamentales de toda su obra posterior. En esa
época, Paulo se orientaba por una línea de pensamiento anglo-sajónica: Mannheim, Dewey
(y el deweyano brasileño, Anísio Teixeira) etc., pero él había leído además con gran
interés de un autor rumano, Zevedei Barbu, "Psicología de la democracia y de la
dictadura"; leía además Alceu de Amoroso Lima -importante autor del pensamiento
católico progresista-; estudiaba Maritain (Humanismo Integral ha ejercido en toda
la intelectualidad católica brasileña de entonces un influjo enorme); total: Paulo
tenía gran familiaridad con aquel pensamiento católico que, después, se denominó
"tercera vía", entre el comunismo -y su brutalidad totalitaria- y las brutales
desigualdades que caracterizan la sociedad capitalista. Otra corriente de pensamiento muy
importante para la formación de Paulo Freire en la época ha sido el ISEB -Instituto
Superior de Estudos Brasileiros. Y es que el presidente Juscelino Kubitschek -un
presidente importante en el proceso de modernización de Brasil- creó en 1956 el ISEB,
para pensar el desarrollo nacional.
Un punto importante a tener en cuenta para
entendernos bien es que la vida política en Brasil tiene una dinámica difícilmente
comprensible para un europeo: intelectuales considerados revolucionarios y radicales -como
Florestan o Paulo- eran en ese periodo -58, 59- militantes de la construcción de una
sociedad democrática y de competencia en Brasil. Paulo Freire en Educação e
atualidade brasileira dice expresamente que ¡la educación debe ser instrumento de
construcción de una sociedad capitalista floreciente en Brasil!!. Pocos años después,
sin cambiar de referencias intelectuales, le encontramos radicalizado en sentido opuesto.
De 59 a 63 la velocidad de las transformaciones en el campo político e ideológico es
vertiginosa. En el nordeste, hay importantes triunfos de la izquierda en capitales como
Recife y Natal e incluso en provincias como Pernambuco: Paulo trabaja en Recife,
Pernambuco, en la Frente Amplia, un grupo de intelectuales -católicos, comunistas
y todos los sectores progresistas de Pernambuco- en torno a Miguel Arraes, desde 1960,
alcalde de Recife, que crea el MCP- Movimento de Cultura Popular, donde nacen los
primeros trabajos de Paulo en educación de adultos analfabetos.
Había entonces un abecedario que se llamaba Livro
de Leitura de Adultos, que era conocido como el abecedario del MCP, un abecedario que
-de acuerdo con militantes del MCP- se inspiró en el abecedario ¡Venceremos! del
movimiento de alfabetización de Cuba, claramente un instrumento de adoctrinamiento
revolucionario, revolución por el voto, pero claramente marxista.
Ciertamente Paulo, desde mucho tiempo antes,
proponía ya una enseñanza con base en textos populares, del cancionero regional por
ejemplo, pero él no aceptaba ese abecedario y precisamente en ese momento pasó a pensar
en un método de alfabetización sin abecedario. La primera experiencia con su método fue
con cinco analfabetos, en un sitio que se llamaba "Poço da Panela". Aún en
1962, Paulo logró apoyo de la Universidad para crear un servicio de extensión cultural,
ampliando su equipo de investigadores, y se dedicó de lleno a la construcción del
método. El método, apenas nacido, fue empleado en las provincias vecinas de Paraíba y
Rio Grande do Norte: el gobernador de esa provincia era de la UDN, un partido
"ilustrado"; el alcalde de la capital, comunista y adversario del gobernador,
desarrollaba una intensa campaña de alfabetización: "De pé no chão também se
aprende a ler" (aún los descalzos pueden aprender a leer). El gobernador quería
desarrollar su programa provincial de educación y le encargó a Paulo Freire que lo
crease y dirigiese. Lo raro en todo eso era que ese programa de educación fue costeado
por USAID, la acción política americana en el nordeste para hacer frente a la intensa
actividad de las izquierdas -pero, claro, también el equipo de Paulo, de la Unión
Estadual de Estudiantes, era de izquierdas... (años después Paulo daría largas
explicaciones de por qué hizo un trabajo con dinero de USAID etc.).
El método Paulo Freire fue claramente un
instrumento de formación de gente "concienciada" o, en el lenguaje de los más
radicales, "movilizados para acción revolucionaria". Se discutían de palabras
que evocasen la miserable condición de vida de la gente y, claro, luego se pasaba a la
conciencia de clase etc.
Sin duda el método de Paulo, que amenazaba el
orden conservador, es uno de los factores que han motivado el golpe militar del 64. La
historia de Paulo es la de muchos otros católicos -laicos e incluso miembros del clero-
de aquella época: un de los resultados de la acción de sectores de la Iglesia de
entonces fue la "Ação Popular", que ya por 1968 se vuelve una corriente
maoísta... Es curioso como empezando por una lucha anti-revolucionaria el militante
católico se vuelve revolucionario a ultranza, más radical de los que él enfrentaba en
el comienzo del proceso...
JL: Y después del golpe militar...
CB: En el mismo año 64, tras dos veces ser llevado a la
cárcel, en septiembre Paulo se vio forzado a dejar el país, se fue a Bolivia y luego a
Chile, donde luchó por la reforma agraria y trabajó en educación, publicó Pedagogia
do Oprimido, luego se fue a Estados Unidos y, después, a Ginebra, al Consejo
Mundial de las Iglesias etc. O sea, que los militares -sin intentarlo- han ocasionado
un crecimiento, una internacionalización de Paulo Freire y una profundización de su
pensamiento.
Sobre la educación popular y sobre Paulo
Freire, publiqué dos libros: en 1974 Estado e Educação Popular no Brasil y Política
e Educação Popular no Brasil en 1984.
JL: Por ocasión del nacimiento de la revista Notandum y
siendo uno de los editores el EDF (Departamento de Filosofia e Ciências da Educação) de
la Faculdade de Educação da Universidade de São Paulo, sería interesante que hiciera
una breve presentación de nuestro Departamento.
CB: La FEUSP fue creada en 1970, por ocasión de una reforma
general de la USP. El antiguo Departamento de Educação -que funcionaba desde 1938,
dependiente de la Facultad de Filosofía- pasó -desde 1970- a ser una facultad de
educación, con tres departamentos: filosofía y ciencias de la educación; metodología
de la enseñanza y educación comparada; y administración escolar y economía de la
educación. Una tal división se explica por antecedentes históricos: entre nosotros, la
educación comparada ha sido estudiada por profesores que se dedicaban a metodología de
la enseñanza y lo mismo ocurrió con el enlace de la economía de la educación con la
administración escolar... Y nuestro Departamento -el EDF: Filosofía y Ciencias de la
Educación- tradicionalmente congrega diversas especialidades: Filosofía de la
Educación, Historia de la Educación, Psicología de la Educación, Sociología de la
Educación, Orientación Educacional, Orientación Profesional, Investigación
Pedagógica, Lógica y Filosofía de las Ciencias.
O sea, que nuestro Departamento, después de
todo, resulta un pequeño curso de Humanidades, muy variado: tenemos expertos en diversos
sectores de esas áreas, como por ejemplo en estudios clásicos y medievales, diversas
épocas y temas de la historia de la educación (hay incluso alguna asignatura de
educación en Oriente...), las distintas tendencias de la filosofía, de la psicología,
de la sociología etc.
Como ejemplo -y por criterio de proximidad de
trabajo- destacaría la labor de tres colegas: la actual directora del Departamento, Dra.
Maria Victoria de Mesquita Benevides Soares es una científica política de proyección
nacional -actúa sobre todo en el campo de los derechos humanos y de la ciudadanía- que
hemos logrado traer para la Facultad de Educación.
Uno de los más antiguos profesores del
Departamento es José Mario Pires Azanha, titular de filosofía de educación,
especializado en lógica y metodología de la investigación. El Dr. Azanha tiene gran
importancia además en la historia de la educación pública en Brasil, pues fue el
responsable por la educación pública en la provincia de São Paulo en un momento muy
significativo en la transformación de nuestro sistema de enseñanza: su dirección de
este proceso es todavía hoy paradigmática. Fue el primer director de la Cátedra
USP-UNESCO de Derechos Humanos y, por dos veces, presidente del Conselho Estadual de
Educação.
El área de orientación educacional está
bajo la segura dirección de María de Lourdes Ramos da Silva, que hizo su doctorado en
Madrid bajo la dirección del Dr. Víctor García Hoz.
Sin falsa modestia, se puede decir que, aunque
no seamos muchos, el Departamento constituye una importante referencia nacional, tanto en
el plan científico como en el de las políticas educacionales. Desarrollamos además un
intenso programa de Postgrado y diversos trabajos de investigación.